miércoles, 18 de julio de 2012

Barranco del Aján

Barranco del Aján (Cantabria)

En esta ocasión, vamos a hablar, de un barranco muy especial para todos nosotros. Este es el barranco donde tuvo lugar, nuestro bautizo como barranquistas, como grupo y como blogueros. 

Lo hemos hecho en varias ocasiones, por lo que las fotos y videos están mezclados; y quiero que sea un pequeño homenaje, “a todos los que han hecho posible este proyecto”(poner voz grave para leerlo, p.e. la de Constantino Romero), en especial a Andrés, por introducirnos en esta disciplina y por ser tan majo.

Localidad: Vega de Pas (Cantabria)
Vehículos: 1 coche
Aproximación: 45 minutos.
Retorno: 5 minutos.
Duración: 3 horas.
Numero de rápeles: 4
Altura del rappel más alto: 10 metros

Instalación: Buena, los principales rápeles están equipados con parabolt.
Material necesario: Dos cuerdas de 15 metros.
Neopreno: Necesario, agua muy fría.
Escapes: Todas las cascadas son evitables sin ningún problema.
Época: De primavera a otoño.
Observaciones: Con lluvia, atentos a las crecidas.


Para llegar al inicio del barranco, tenemos que llegar a Vega de Pas, y continuar en dirección al Puerto de Estacas de Trueba.

Unos metros antes, del punto kilométrico nº 3, en la margen derecha de la carretera, y justo antes de una casa, sale un camino que baja hacia el rio. Lo seguimos durante 150 metros, aproximadamente y aparcamos en un ensanche del mismo.


Iniciamos la aproximación, siguiendo el camino durante unos metros, paralelos al rio, hasta cruzar un puente y continuar por la margen derecha, hasta  llegar por un sendero (no tiene pérdida) al inicio del descenso: un puente de piedra. Pero recomendamos comenzar, un poco más abajo, en un pequeño salto de 1,5 metros ,donde hay un tronco cruzado en el rio, pues te ahorras un tramo sin demasiado interés.

Pocos metros más adelante, nos encontramos con la primera cascada, por la que se puede saltar, o bajar rapelando. La mejor opción es la primera, y además es recomendable volver a subir para repetir. Hay que tener cuidado con los resbalones en todo el recorrido, y especialmente en los saltos, ya que resbalar en el impulso puede ser peligroso (ya tenemos experiencia en ello).


!!Superman en acción¡¡

Inmediatamente después de este salto tenemos el segundo rapel, un poco más alto que el anterior, y no saltable, al menos bajo nuestro punto de vista, aunque nos han comentado, que se puede saltar con mucha precaución. En alguna ocasión lo hemos saltado desde una repisa que hay un poco más abajo de la mitad del rapel, pero no merece la pena, porque no tiene apenas altura y además resbala mucho.
La siguiente cascada que nos encontramos, es la última de este primer tramo, pues después de la misma, tenemos un estrechamiento, con un pequeño tobogán, y un minisalto.

 

A la altura del pequeño tobogán, podemos salir del cauce, para seguir descendiendo por el sendero. La otra opción es continuar durante 700 metros, por una zona, que aunque bonita, incrementa considerablemente el tiempo del descenso, y a veces el frio empieza a calar en los huesos. En el caso de ir por el sendero, tendremos que estar atentos para no pasarnos el cuarto rapel, muy sencillo, y más apreciable como salto.

Poco más adelante tenemos el quinto rapel, bastante tirado y escalonado. En una ocasión lo saltamos desde una repisa que hay al comienzo de la pendiente. La última vez que estuvimos, había en la poza un enorme roble que suponemos se habría caído en alguna riada, por lo que nos olvidamos de saltar.


De nuevo estamos en una zona como la anterior, en la que tenemos la opción de caminar por el rio o salir del mismo y seguir por el sendero. En esta ocasión recomendamos caminar por el rio, ya que este tramo es más entretenido y corto que el anterior.

Si hemos decidido seguir por el sendero, estaremos de nuevo atentos, hasta encontrar un precioso tobogán-salto de 7 metros, que como en la mayor parte de los obstáculos de este rio, merece la pena repetir.



Para terminar y como colofón a una jornada siempre inolvidable en este descenso, podremos deleitarnos con el llamado “salto del oso”. Lo podremos realizar, desde un pequeño sendero por la derecha, que nos lleva a un árbol, desde el cual nos dejaremos caer, pues debido a la estrechez de las paredes, no es necesario darse impulso. También lo podemos rapelar, o ambas cosas, pues podemos repetir las veces que queramos, por el mismo precio.

Tan solo nos queda salir al sendero y en poco más de 5 minutos estamos de nuevo en el coche.

No puedo decir nada que no sean bondades de este barranco, que aunque sencillo, y tantas veces repetido, siempre lo vivimos como la primera vez. Además tiene un entorno precioso, es divertido, casi no hay gente y se encuentra en la zona pasiega, uno de los sitios más emblemáticos y menos turísticos  de Cantabria, un lugar muy recomendable, y por el que no pasa el tiempo.







3 comentarios:

  1. Si Tanín, es cierto, el segundo rappel lo hemos saltado desde la repisa a mitad del mismo, pero! por que somos tan 'cutres' que la cuerda no nos llegaba. si, si, Tanin!

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  2. Que pasa talos,que todavía te sorprenden esas cosas

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